La presidenta del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional, Verónica Rodríguez Hernández, consideró vergonzoso que el presidente López Obrador defienda la corrupción en la que su familia incurre.
“Es obvio que en el tema de las casas donde habita José Ramón López Beltrán hijo del presidente de la República existe conflicto de interés, asociación delictuosa, cohecho, tráfico de influencias e impunidad desde el más alto nivel, por lo que deben investigarse de oficio”; indicó.
Rodríguez Hernández anotó que hay datos concretos como que en el 2019 Pemex entregó un contrato a la empresa BakerHughes. Un mes después, el primer junior del país vivía en una casa de esa empresa. Ese contrato puede ser la punta del iceberg porque vincula directamente a la empresa con el junior, pero, conociéndolos, lo más probable es que no sea la única.
Dijo que Pemex se ha convertido en “el cochinito” de la nueva élite del poder, empezando por Rocío Nahle, quien favoreció a su compadre con un contrato de casi cinco mil millones de pesos; y que de Pemex salieron los contratos para la prima hermana del presidente.
Indicó que el caso del junior de la 4T revela que este gobierno ha hecho de la corrupción un modus operandi para mantenerse en el poder. Es un fenómeno propio de las dictaduras. Nada nuevo; y lo más grave es que el presidente López Obrador ha impedido que se investigue a sus hermanos por recolectar dinero para su campaña, a su secretario particular, a su prima, a su vocero y ahora a su hijo.