Este viernes arrancó el sistema de transporte Red Metro, la obra que fuera la mayor apuesta del gobierno estatal que encabezara Juan Manuel Carreras hasta el pasado 25 de septiembre. Sin embargo, en el arranque, la realidad dista mucho de cómo se había planteado el proyecto.
En calles de la ciudad solo puede verse, por ahora, un autobús de la Red Metro. La unidad luce colores blanco y morado; sus dimensiones son un poco más amplias que las de un autobús urbano común. Pero esto, más que una virtud, ha resultado una dificultad más, pues la administración carrerista no logró adaptar cabalmente las vialidades por las que circularía, por lo que el transporte ha provocado dificultades viales.
Además, los paradores, que en teoría tendrían que ser exclusivos para la Red Metro, son utilizados por automovilistas, taxistas y camiones urbanos comunes; mismos que, a su vez, invaden el carril que también se supone debería ser exclusivo para la unidades de la Red. Por lo que la mayor premisa de su implementación, que sea un transporte mucho más rápido, no se cumple.
Hay otras fallas, omisiones y errores logísticos que hacen brillar la Red Metro por ineficiencia: no hay señalética; los carriles no están confinados y, además, desde antes de su inauguración ya se encontraban en un muy mal estado; en el centro de la ciudad, no se instalaron paradores ni se adecuaron vialidades, por lo que ‘bajan pasajeros’ en cualquier sitio, como si de un camión urbano más se tratase.
La única unidad de la Red Metro disponible, circula desde este viernes en SLP con ruta desde la Zona Industrial hasta el boulevard San Luis con dirección a la avenida Universidad y la Alameda Juan Sarabia.
